jueves, 19 de agosto de 2010

Aquellos horarios

Se han hecho públicos los horarios de la primera jornada de la Liga BBVA, son estos:

Sábado 28 de agosto:
Hércules-Athletic (18.00)
Málaga-Valencia (20.00)
Levante-Sevilla (22.00).

Domingo 29 de agosto:

Deportivo-Real Zaragoza (17.00)
Espanyol-Getafe (17.00)
Real Sociedad-Villarreal (17.00)
Osasuna-Almería (17.00)
Racing-Barcelona (19.00)
Mallorca-Real Madrid (21:00)

Lunes 30 de agosto:
Atlético de Madrid-Sporting (22.00)

En principio no hay cambios con respecto a la temporada anterior, se mantiene el partido del lunes, que nunca serán ni Madrid ni Barça, el partido en abierto los sábados a las 22:00 por La Sexta y algunas autonómicas y el resto para Goltv y Canal+ Liga. La única novedad que se va a llevar a cabo es que se van a adelantar 17 partidos a lo largo de la temporada a las 15:00, para ir abriendo el mercado televisivo asiático.

Esta noticia me ha traído recuerdos de cuando los horarios del fútbol eran muy diferentes a los de ahora. Muy pocos partidos eran adelantados al sábado, casi siempre eran los de Las Palmas o Tenerife, el Rayo que siempre jugaba en casa a las 12 del mediodía del domingo y el resto a las 17 horas, las 5 de la tarde.
Recuerdo que en casa, con mi padre, era casi un ritual dominguero. Bolsas de pipas para pasar la tarde. Una radio con auriculares para cada uno para no molestar a mi madre que veía en la tele a Juan Antonio Fernández Abajo (en la foto) en Siempre en Domingo. Nuestro Carrusel Deportivo, dirigido por Vicente Marco, con José María García y Paco Ortíz en el partido de la jornada. Nuestra quiniela delante en la que siempre llevábamos algún fallo del sábado aunque lo jugáramos a doble y mi Mirinda de naranja. ¡Menudas tardes de fútbol!. Después a esperar el partido de las 8 de la noche en la tele, que casi siempre era un Salamanca- Burgos o algo así, en un perfecto blanco y negro y con una densa niebla en la que apenas se distinguía nada. Por supuesto el partido siempre acababa 0-0 y era aburridisimo, pero era lo que había.
No sigo que me acabo de dar cuenta de lo viejo que soy.

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