Que pena. La noticia se ha confirmado, Manuel Pellegrini ha sido cesado como entrenador del Real Madrid y José Mourinho será nombrado en las próximas horas nuevo entrenador en su sustitución.
Ya no vale aquello que se decía a principio de temporada de que era un entrenador de futuro para construir un equipo luchara por todas las competiciones en las que jugara el Real Madrid.
Ya no vale haber hecho 96 puntos en la liga y haber quedado a tan sólo 3 puntos del mejor club del mundo en la actualidad.
Ya no vale el trabajo de un entrenador serio, que no se casa con nadie, que ha sido capaz de sentar a Raúl sin causar cismas dentro del vestuario.
Ya no vale un técnico que apuesta por el futbol de ataque habiendo metido 102 goles, a tan sólo 6 goles del record del Madrid de Hugo Sánchez.
Ya no vale un técnico que ha conseguido todo esto a pesar de contar en la plantilla con jugadores como Drenthe ó Metzelder y encima no haber podido contar con Pepe por lesión ni con Sneijder o Robben, quienes fueron traspasados en contra de la voluntad del entrenador.
Lo único que al parecer ha valido, en contra de todo esto, es la campaña de desprestigio que Eduardo Inda, desde la portada del diario Marca ha ido haciendo desde principio de temporada contra Pellegrini, y todo, al parecer, al negarse a darle una entrevista.
Tan brutal fue la campaña que al día siguiente de proclamarse el Barça campeón de liga, la portada de Marca fue en letras grandes: “ESTAS DESPEDIDO MANOLO” y tan solo una breve referencia a lo que era la noticia, la victoria del Barça.
Comienza pues la era Mourinho, la era del antifútbol, la era de las victorias pírricas, del juego ultradefensivo y marrullero que practica “Mou” allá donde va, la era de la chulería en el banquillo y de los desplantes hacia los rivales, justo todo lo contrario a los valores de deportividad y juego limpio del que siempre fue adalid el Real Madrid, y allí estaremos los aficionados apoyando a nuestro equipo, porque por encima de todo, somos madridistas y queremos que nuestro equipo gane, es triste, pero es así.
¿Y todo esto hasta cuando?, pues como en esta ocasión, hasta que Eduardo Inda quiera.
Javi Castillo.
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